La explosión de un meteorito en Ultah convierte la noche en día

Un inmenso y cegador fogonazo convirtió la noche en día, cuando un meteorito que era una de las rocas de las Leónidas, una famosa lluvia de meteoros que cada año es visible por estas fechas cuando la Tierra atraviesa la cola de desechos del cometa Temple-Tuttle. Al entrar en la atmósfera el meteorito explotó creando un resplandor tan intenso que pudo ser visto a cientos de kilómetros. Algunos testigos del fenómeno han apuntado a los medios de comunicación que «un flash tornó la oscuridad de la noche en luz como si fueran las doce del mediodía». También han asegurado haber escuchado «una gran explosión» cuando la luz desapareció. La roca, aunque es difícil de medir, podría tener el tamaño de la cabeza de una persona