domingo, 11 de abril de 2010

ERUPCIÓN DEL MONTE SAINT HELENS


La erupción del Monte Saint Helens en 1980 fue una de las erupciones volcánicas más catastróficas del siglo XX. La explosión ha sido la mayor de todas las ocurridas en Estados Unidos. La explosión fue seguida por terremotos y expulsiones de vapor durante los dos meses siguientes, que provocaron la fractura de la cara norte del Monte Saint Helens. El 18 de mayo de 1980 a las 8:32 a.m., se produjo un terremoto que sacudió la tierra y la debilitada cara norte se desplomó repentinamente, liberando gran cantidad de gases, lava y rocas calientes.

Una gran columna de cenizas volcánicas se expulsaron hacia la atmósfera. Dicha ceniza llegó a depositarse en 11 estados diferentes de los EE.UU.

El recuento final de los daños sufridos fue: 57 personas y miles de animales murieron, cientos de kilómetros cuadrados del terreno fueron totalmente arrasados (200 casa, 47 puentes, 24 km de vías de treny 300 km de autopistas quedaron destruidos), más de mil millones de dólares en daños materiales y el Monte Saint Helens con un inmenso cráter en su cara norte.

En total, la cantidad de energía liberada por el Monte Saint Helens es equivalente a 27000 bombas de Hiroshima y expulsó más de 4 kilómetros cúbicos de material. La pérdida de la ladera norte del Monte Saint Helens redujo su altura a 400 m, y formó un cráter de unos 2-3 km de ancho y 640 km de profundidad.

La ceniza depositada tras la erupción dio lugar a diversos problemas relacionados con el transporte y con el tratamiento de aguas residuales. El tráfico aéreo se vio interrumpido unas dos semanas debido al cierre de varios aeropuertos al este de Washington por el cúmulo de ceniza y la escasa visibilidad.

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